La luffa es una planta cuya fruta se usa al madurar como una esponja vegetal, gracias a su textura alveolar y su hidrofilia.
En el baño, su toque ligeramente áspero permite, con el jabón negro, limpiar eficazmente y exfoliar delicadamente todas las imperfecciones de la piel, incluso la sensible.
Impregnado en sales del desierto y agua, con o sin aceite tratante, sirve para masajear el cuerpo. Muy práctico para frotar la espalda.